Tatuaje de Azúcar

A tientas,
y a tontas,
anduve haciendo piruetas.
Y tanto me balanceé,
que desperté colgada en tu cuello.

Dejé que libaras mis sentimientos
y te complaciste en ello.
Lametazos por mi cuello:
tu mi oso,
yo tu miel

Me arrollaste
y nos enrollamos.
Nos perdimos,
y ya nunca nos encontramos...

Y en la madriguera:
Tus pensamientos tatuados en la noche.



Novena Antología Poesía Hispanoamericana
Ediciones Lord Byron. España


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