FELIZ NOCHEBUENA

Otra oportunidad desaprovechada de marcarse un tanto colando una reseña navideña en las fechas pertinentes... pero nosotros "semos asín" queridas y os... nos puede la impaciencia y el ansia.
Aunque dadas las circunstancias, casi que mejor, porque hablar de esta película podría haberos estropeado la felicidad inherente al 25 de Diciembre. Se trata de uno de los primeros "slashers" surgidos en pleno boom de la correspondiente moda (fechado en 1980, nada menos) con una peculiaridad, viene dirigido por el recientemente fallecido David Hess, famoso por su papel de "Krug" de "La última casa a la izquierda". Ello sería una buenanueva si Hess tuviera alguna clase de talento -por marginal que fuese- pa esto de la dirección, pero no es el caso. Estoy seguro que se aburrió tanto como nosotros. Sin embargo hay algo peor, "Feliz Nochebuena" es un producto del sello Sandy Cobe, lo que se traduce en "90 minutos bostezando" (claro que después de sufrir "Scream/Sábado 14" voy a tener que reconsiderar el concepto que tenía de "slasher aburrido"). Para nivelar la ecuación, un jovencita y debutante Jennifer Runyon de protagonista, a la que posteriormente veríamos en "Los albóndigas en remojo" y, muy escuetamente, en "Los cazafantasmas".
Imaginación al poder: Unas estudiantes celebran la Navidad en el campus. Aparece un Santa Claus que comienza a matar a todo dios. No hace falta decir que su intervención la motiva un trauma del pasado/venganza. Y ya está. That´s all folks. Como decía, muuuuchos bostezos. Y crímenes un pelín sangrientos, pero solo lo justo (aunque hay uno muy original mediante hélice de avión y, by the way,el tio que muere no es otro que Harry Reems, mítico actor porno setentero que aquí se marca un rol enano bajo pseudónimo).
Lo único que realmente me llamó la atención de este entrañable pestiño es lo estereotipados que son sus personajes, sobre todo los jóvenes. Tanto, que resultan casi paródicos y rozan la vergüenza ajena. Las chicas golfas son ultra-golfas, se pasan media peli enseñando chicha y soltando frasecillas picantes incluso cuando les preguntan la hora. La prota es tímida y virginal hasta extremos hostiables (y me la ponen con coletas y todo). Y hay un "nerd" absolutamente patético que prefiere lucir gafas y leer libros de química aunque tenga una churri al lado medio en pelotas sobándole. Lo diver es que, después de fornicar, prácticamente muta en otra persona totalmente distinta, cambia los libros de química por la prensa deportiva, se vuelve valiente, pero también romántico y sensible. En este caso las lágrimas no eran de bostezos, sino de risas (aunque sin exagerar).
Una mierda como un piano... ¡pero es un "slasher" de los 80, poya!.